Projet Barco de Dragón

bateauLa Méridienne, en colaboración con la maison Le Séjour (Federación de refugios) y el Club Nautique de Sherbrooke (división de barcos dragón),  organizó una sesión de actividad fisíca en el verano de 2016 para mujeres víctimas de violencia conyugal. Durante ocho semanas, los participantes fueron introducidos a la práctica de los botes dragón.

La idea de poner en marcha este innovador proyecto tomó forma tras los encuentros entre el entrenador del equipo de supervivientes del cáncer y las trabajadoras de un centro de acogida para mujeres víctimas de violencia doméstica. De sus conversaciones surgió la idea pionera de trasladar la evidencia y los beneficios del barcos dragón de mujeres que padecen cáncer a mujeres víctimas de violencia doméstica. El objectivo es dar a estas mujeres la oportunidad de emprender un proceso de recuperación del poder sobre sus vidas a través de la actividad del barco dragón.

Este proyecto pretender recrear con mujeres víctimas de violencia doméstica los mismos lazos que unen a las sobrevivientes de cáncer. Formamos un equipo de quince a veinte mujeres que son o han sido víctimas de violencia y que están en proceso de retomar el poder sobre sus vidas. Los participantes remaron juntos en sincronía con espíritu de ayuda mutua, solidaridad y superación personal hacia una reapropriación plena de sí mismos.

La implementación de este proyecto pretende ser un precursor de cambios, tanto físicos como mentales. Envía un claro mensaje de empoderamiento al reforzar la importancia y la fuerza de los lazos que unen a los participantes, que libran una misma lucha. La práctica de esta actividad permite romper con el sentimiento de impotencia y aislamiento a través del compromiso, la acción y la complicidad.

Barco dragón es una diciplina que está ganando popularidad de esta actividad radica en el trabajo en equipo, donde todos deben realizar el mismo movimiento, al mismo ritmo, para hacer avanzar la embaración. Cada uno debe escuchar a sus compañeros de equipo, lo que crea un verdarero espíritu de solidaridad y respeto mutuo. Durante la actividad, el espíritu de ayuda mutua está muy presente y puede contribuir a aumentar considerablemente la percepción positiva de uno mismo.

A lo largo de la actividad, los participantes estuvieron acompañados y apoyados por dos trabajadores con reconocida experiencia en el temra de violencia doméstica y un capacitador que forma parte del equipo de sobrevivientes de cáncer. Realizamos sesiones de entrenamiento de 1 hora y 30 minutos, una vez por semana durante un período de ochos semanas.

Al final de la actividad, producimos un video que contiene los testimonios de los participantes y su valoración que la actividad. Aquí está el video a continuación.

https://www.youtube.com/watch?v=RvPE1OknS_A&feature=youtu.be

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